Hay una preocupación en común entre todas las personas que están en proceso de transición de carrera: la edad para reubicarse y recomenzar en un nuevo empleo, pasados los 40 años de edad. Luego de más de una década de guiar profesionales y ejecutivos, y basándonos en nuestras estadísticas sobre los programas de Outplacement; en los últimos 4 años, descubrimos que, el 65% de nuestros candidatos tienen más de 40 años y, un 80% de ellos logró reubicarse en un nuevo empleo. El 20% restante optó por la independencia laboral o la jubilación.

Cada persona es distinta y no se trata de mezclar edades, formación o experiencias, pero, en términos generales, la incertidumbre que manifiestan quienes han pasado los 40, es que temen sentirse obsoletos en un mundo muy dinámico. Hoy, más que nunca, las empresas buscan personas capaces de crear valor. Si sabes cómo lograrlo y te muestras activo, animado, vital y vigente, la edad no influirá: podrás tener 60 años que te contratarían (y esto no es una exageración de mi parte. Lo he visto; ha ocurrido).

Lo cierto es que, cuando de empleos se trata, no hay verdades absolutas. No adoptes una idea fatalista, porque echará raíces en tu mente y sólo traerá ansiedad, inseguridad y amargura, ingredientes que impedirán cualquier contratación. Evita los pensamientos negativos y derrotistas. Sobre todo, no los confundas con “realismo”. Recurre a tu mayor profesionalismo y responsabilidad y ¡Házte cargo! Deja de culpar a tu entorno (sólo lograrás desgastarlo).

Lo más prudente es planificar. En lo posible, anticiparse. A muchos los sorprende una reestructuración cuando están próximos a la edad para retirarse. Ten siempre un “plan B”, que te permita generar ingresos, ante esta eventualidad. Y, si esto llegara a ocurrirte, mantén la calma y analiza qué deseas para tu vida: iniciar la etapa de jubilación no significa “no hacer nada”; puede representar una gran oportunidad para forjar ese emprendimiento que siempre has soñado, o para ofrecer tu vasta experiencia en consultoría o en la enseñanza. Tus conocimientos, cualidadesy por sobre todo, tu capacidad de adaptación, son valores deseables, sin importar tu edad.

Fuente:  John Badel, LHH Colombia

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