¿Qué pasaría si, aplicada de forma más genérica, la orientación profesional fuese un recurso directo para una rápida transición económica? Este artículo intenta abordar el impacto específico de la orientación profesional en el contexto actual de los mecanismos públicos de apoyo a la transición laboral, tales como garantizar el uso más eficaz de los recursos públicos.
Las transiciones laborales actualmente ocurren con mayor frecuencia que nunca. Las economías evolucionan rápidamente y la brecha emergente entre las habilidades existentes y las requeridas en el mercado laboral lleva a muchas personas a tener que cambiar de trabajo o bien a mejorar significativamente sus habilidades para mantenerse actualizados en el mercado laboral.
Dondequiera que miremos, existen señales de un desajuste entre los puestos de trabajo y las habilidades requeridas para cubrirlos.
Un reciente informe de la OCDE destaca que más del 40% de los trabajadores consideran que su nivel de conocimientos no coincide con su trabajo actual. Y según la OIT, todos los días, casi la mitad de los empleadores contratan empleados sobrecalificados o poco calificados ya que no logran encontrar personal idóneo que cuente con los conocimientos requeridos.
Teniendo en cuenta que la falta de ciertos talentos específicos puede limitar la capacidad de las empresas para adoptar nuevas tecnologías y, por lo tanto, conducir a una menor competitividad y producción, la idea de permitir que las personas accedan a esos conocimientos y lograr una transición exitosa resulta ser una herramienta fundamental para lograr una rápida recuperación.
Descargue nuestro informe y descubra cómo la transición profesional es la solución para la recuperación.
«Las inversiones en habilidades son una pérdida de dinero cuando carecen del apoyo de orientación profesional».
Murielle Antille, Head of Government and Industry Affairs at LHH
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