Por: Héctor F. Dama Ph.D
Decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la USAL.
Strategic Advisor Lee Hecht Harrison Argentina.

Outplacement:“Cómo puede uno ponerse a salvo de aquello que jamás desaparece?”, se preguntaba Heráclito unos 500 años antes de Cristo.

Varios siglos después y a favor de las afirmaciones de numerosos autores contemporáneos, entre ellos Jeremy Rifkin con su libro El Fin del Trabajo, podríamos considerar que la pregunta reflexiva de Heráclito fue acertada, al menos si la aplicamos al trabajo humano.

Las características y formatos que asume el trabajo está en permanente cambio y su devenir, más que desaparecer, preanuncia una revitalización de magnitudes insospechadas asumiendo como horizonte el de los próximos cinco años – outplacement.

De acuerdo con las proyecciones que registra el Reporte 2018 “Future of the Jobs” del World Economic Forum, se espera una creación de 133 millones de nuevos roles laborales para 2022, en tanto que declinarán unos 75 millones de roles actuales dentro del mismo período.
Las nuevas ocupaciones, en la base de los empleados de grandes empresas a nivel mundial, aumentarían del 16% al 27%, en tanto que los impactados por la obsolescencia tecnológica se reducirán del 31% al 21%.

Los cambios permanentes en el movimiento del trabajo presenta un escenario de fuerte aceleración, en las cuales se infiere mayor valorización de los roles laborales basados en tecnología, pero también en otros, sustentados en atributos típicamente humanos, tales como los asociados a servicios.

Dentro de esta dinámica de transformación en la composición del trabajo, otra barrera será superada por la tecnología y los algoritmos, frente a la supremacía del promedio de horas de trabajo total humano. Actualmente, el 71% corresponde al tiempo laboral de personas, contra el 29% restante de participación de las máquinas. Se espera que para el 2025 la participación humana pase a ser sólo del 48% versus el 52% para procesos tecnológicos.

Si bien es responsabilidad primaria de cada trabajador mantenerse atento y ágil en la adquisición de las nuevas habilidades que le serán demandadas en los cambiantes escenarios, lo es también para las organizaciones y consultoras especializadas en asistirlos, para anticipar el desarrollo del talento requerido.

Las oportunidades de facilitación en el acceso y desarrollo de las nuevas habilidades para la población laboral no serán las mismas para todos. Se estima que serán mayores para quienes se desempeñan en grandes empresas, algo menores los que lo hacen en pequeñas y medianas empresas y más reducidas aún para los profesionales autónomos.

Las habilidades más valoradas, estarán asociadas a la inteligencia emocional, liderazgo e influencia social, creatividad, originalidad e iniciativa, solución de problemas complejos, pensamiento crítico y capacidad de aprendizaje.

Las habilidades que declinarán, son las referidas a monitoreo y control; instalación y mantenimiento de tecnología; destrezas manuales; control de calidad y seguridad; rutinas transaccionales, entre otras.

Es claro que los tiempos y esfuerzos requeridos para adquirir las nuevas habilidades serán mayores a los actuales, por lo que, ante la aparición de brechas de necesidades, también se generarán oportunidades para las empresas que den soporte externo, personal temporario y profesionales independientes, como recurso necesario en la complementación del talento interno disponible.

Iniciamos esta nota con Heráclito y apelaremos nuevamente a él para cerrarla. “Para los que han despertado hay un solo y mismo mundo, mientras que cada uno de los que aún duerme está vuelto hacia su propio mundo”.

O sea, que quienes somos al menos medianamente conscientes del devenir en el movimiento del trabajo, tenemos la responsabilidad de despertar a todos aquellos que estén a nuestro alcance, asumiendo como una responsabilidad profesional de trascendencia social y comunitaria, el comunicar las transformaciones en los roles, en el desarrollo de las nuevas habilidades y en los talentos exigidos en el proceso continuo de cambios en las formas del trabajo.