Brito compraría lo necesario para ser accionista mayoritario. Stuart Milne no vendería su parte. El resto de las acciones apuntan que coticen en oferta pública.
El viernes cerró el non binding (ofertas no vinculantes) por el Patagonia. Macro, Galicia y Francés arrimaron ofertas por la entidad que está valuada en alrededor de u$s 2000 millones (a u$s 2,6 valor de la acción), aunque en el mercado prevén que si alguno de los tres candidatos pone u$s 1500 millones será el nuevo dueño. Consultados por este diario, en el Patagonia declinaron de hacer comentarios.
«La oferta no vinculante es como jugar al BlackJack: muchos ponen algo para ver qué pasa, enterarse de cosas, ver qué tiene adentro el banco, ya que sabés la cantidad de sucursales y clientes, pero una vez que analizás en detalle los activos y pasivos te das cuenta de si te puede servir o no. A partir de ahí vas afilando el precio, por lo que esta es una primera etapa no demasiado relevante», advierten quienes siguen el deal.
Banco do Brasil contrató a JPMorgan Chase & Co, que apunta a un proceso dual: mientras trabaja en la estructuración de su colocación en el mercado de capitales en Wall Street, en paralelo tratan de conseguir una oferta para vender el banco. Pero lo que en principio parecía ser un IPO (oferta pública inicial) ahora se encamina hacia una OPA (oferta pública de adquisición de acciones). «Patagonia quiere u$s 1800 millones, pero por u$s 1500 millones lo largan. Macro quedó afuera en Citi y están para meterse con todo», revelan en las mesas.
De hecho, en el mercado ven como favorito al Macro, que contrató a Goldman Sachs para que los asesore en el armado de la adquisición. Luego de arduas conversaciones entre los dos Jorges (Brito y Stuart Milne), se estaría decidiendo una recompra de las acciones en poder de Banco Do Brasil.
Brito compraría lo necesario para ser accionista mayoritario y Stuart Milne no vendería su parte, a menos que la OPA sea exitosa; porque lo primordial es comprar la cantidad necesaria de Banco do Brasil y el resto que sea oferta pública. «Esto encaminaría a la tan mencionada fusión», revela uno de los conocedores de los pormenores de la operación.
Stuart Milne es el padrino del hijo de Brito y viceversa: gran relación hay no sólo entre ellos, sino también entre sus hijos, que son amigos íntimos, por lo que el negocio permanecería en familia, incluso entre los herederos.
En el ambiente financiero entienden que va a ser un proceso largo, pero la decisión de Do Brasil de desprenderse parece certera. Patagonia está vistiendo a la novia, típico en un proceso de M&A donde el sell-side es el interesado.
El contexto cambió en el sector, permanecer en el negocio requiere mayor volumen, crecer orgánicamente es una opción imposible para Patagonia, y difícil para Macro.
Esto sucede en un marco donde la rentabilidad de los bancos cae por el alza de costo de fondeo en relación a los ingresos. Como consecuencia de la baja de tasa, los márgenes se achican y el negocio requiere volumen para permanecer.
En rigor, en muchos de los países latinoamericanos de inflación de un dígito no hay más de cinco bancos que compiten por el mercado minorista.
La posibilidad de venta comenzó con la cláusula de Stuart Milne para irse, pero se pospuso tanto la salida a Bolsa como la venta por las negociaciones que se están llevando a cabo. Es una negociación confidencial: puede que Stuart Milne se desprenda de todo en oferta pública, o lo posponga. Que Banco do Brasil quiere salirse es un hecho. Permanecer en el negocio requiere inversiones que no está dispuesto a hacer.
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