Liderazgo. Mi vida está dominada por dos prioridades importantes: la primera la tienen mi familia, mis hijos y mi cónyuge y la segunda mi papel como líder y mi trabajo con ejecutivos senior.
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Sorprendentemente, cuanto más profundo me sumerjo en ellas, más conexiones encuentro entre ambas. Descubrí que lo que hace que uno sea exitoso como líder también ayuda a ser eficaz como padre.
Ciertamente no estoy solo al hacer esta conexión.
Recientemente trabajé con un grupo de altos ejecutivos en una compañía de servicios financieros con sede en Londres, que formaban parte de un programa de desarrollo de alto potencial. El inicio de esta iniciativa tuvo lugar unas seis semanas antes, cuando todos participaron en el workshop de un día basado en mi libro The Leadership Contract, facilitado por mis colegas del Reino Unido.
A medida que los participantes se reunían para la segunda sesión, me pidieron que fuera e hiciera una presentación magistral al grupo. Cada vez que me piden hablar con un grupo que ya ha estado expuesto a las ideas de mi libro a través del programa, siempre me gusta hablar antes de la sesión para preguntarles si tienen alguna pregunta específica.
Este grupo de líderes me hizo muchas preguntas fascinantes sobre el impacto que ha tenido el libro en mi carrera, y sienten curiosidad por conocer a qué líderes observo cómo modelos personales. También querían saber si los principios en el libro también se aplican a nuestra vida no laboral y a la crianza de los hijos, en particular.
Esta no era la primera vez que los participantes de un programa de este tipo hacían la conexión entre una buena crianza y un buen liderazgo. Los participantes de este grupo dieron un paso más al posicionar los cuatro términos del Contrato de Liderazgo como una especie de plantilla para una buena crianza de los hijos.
Empecé a pensar que ya era hora de que modificara los cuatro términos para hablar directamente sobre nuestros roles y responsabilidades como padres.
Ser padres es una decisión: llévala a cabo
Equilibrar un rol de liderazgo con un rol de padre es exigente. Realmente no sé de un líder que no se esfuerce por equilibrar el peso de ambas responsabilidades.
En lo personal quiero ser realmente bueno en ambos roles, y con el tiempo he aprendido que esto no sucede por accidente. Como en el caso del liderazgo, debes tomar la decisión deliberada de ser el mejor padre que puedas ser. Esto significa invertir en tu desarrollo como padre y mejorar continuamente tu capacidad para guiar y apoyar a tus hijos a medida que crecen desde bebés hasta niños pequeños, adolescentes y adultos.
En cada uno de estos puntos de inflexión en sus vidas, he llegado a apreciar que tengo que adaptarme. Lo que funcionó cuando mis hijos eran niños pequeños no se traduce en éxito cuando se hicieron adolescentes. También aprendí que debes ser muy deliberado como padre, tan deliberado como cuando eres líder.
No solo tu estilo de crianza debe evolucionar y cambiar con el tiempo, sino que también debe variar para cada uno de los hijos, ya que son individuos únicos. Lo que funciona para uno no funcionará para otro. Para mí, esta es una importante realización del liderazgo, también. Aunque pienses que las personas en tu vida están allí para adaptarse a tu estilo de liderazgo, en realidad, eres tú quien debe adaptarse a las necesidades únicas de aquellos a quienes lideras, si quieres que tengan éxito.
Ser padres es una obligación: mejora tu rol
Cuando eres padre, te das cuenta rápidamente de la obligación que conlleva este rol. Cuando tus hijos son muy pequeños, te preocupas constantemente por su seguridad, salud y felicidad. A medida que ellos crecen, sus obligaciones evolucionan. Ahí estás más preocupado por ayudarlos a tener éxito por sí mismos para que puedan trazar su propio camino en la vida.
En el libro, The Self-Driven Child: La ciencia y el sentido de dar a sus hijos más control sobre sus vidas, del Dr. William Strixrud y Ned Johnson, se sostiene que los padres deben inculcar un sentido de estar en control de su propio destino. Para mí, esto captura muy bien la obligación última que todos tenemos como padres.
La crianza de los hijos es un trabajo duro: ponte a la altura
Si has sido padre por algún tiempo, puedes apreciar lo desafiante que es. Al igual que en el liderazgo puedes tomar el camino fácil de estar satisfecho con ser un padre mediocre, pero para ser realmente bueno en este rol, se requiere mucho trabajo duro.
No siempre pasan cosas geniales y debes ayudar a tu hijo a manejarlo lo mejor que pueda. Esto nunca es una tarea fácil. También sé que debes establecer el tono y ser un ejemplo de cómo enfrentar la adversidad y cómo modelar la resiliencia y la resolución. No he perfeccionado esta habilidad, de ninguna manera. Para mí, la crianza (al igual que el liderazgo) es un proceso de aprendizaje constante y requiere una buena dosis de humildad. También se trata de poder dejar ir y darles a tus hijos el espacio para aprender a lidiar con las cosas difíciles que encontrarán a lo largo de sus vidas.
Ser padres es una comunidad: establece conexiones
Cada vez que con mi esposa nos juntamos con nuestros amigos pasamos mucho tiempo hablando de nuestros hijos. Estamos deseosos de saber cómo les está yendo a todos, dónde están teniendo éxito y dónde están luchando. Al igual que los líderes en una organización, construir y participar en una comunidad de padres es fundamental. Todos aprendemos mucho acerca de ser un líder, o ser un padre, y esto se puede compartir con los demás. ¿Tiene amigos o parientes con los que puedas acercarte y discutir un desafío de crianza? ¿Cómo pueden estos amigos y parientes también ser una influencia positiva en las vidas de tus hijos?
Para muchos de nosotros, ser padres y líderes requiere muchas capacidades similares para tener éxito y, sin duda, hay una conexión profunda entre ambos roles.
Por: Vince Molinaro
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