Ser un gran líder requiere un equilibrio difícil de lograr. Hacer lo correcto y hacer lo popular no siempre resultan sinónimos. Algunos líderes, al momento de intentar definir su rol terminan frecuentemente encarnando uno de los dos extremos. O bien A) eligen un estilo de liderazgo autoritario que se centra únicamente en los resultados y el rendimiento, pero no logran crear un entorno de trabajo positivo, o B) se convierte en un líder que se considera un «amigo» de sus compañeros de trabajo, no logrando el respeto necesario o no atreviéndose a alterar las cosas con una toma de decisión impopular.

La caída de la simpatía y la popularidad.

El comportamiento de liderazgo relacionado con la simpatía y la popularidad generalmente genera problemas con la productividad y la toma de decisiones. Actuar para generar simpatía frente a actuar para aumentar el éxito seguramente creará problemas en cualquier organización. Todos necesitamos líderes que podamos respetar más que líderes que nos gusten. Necesitamos líderes en los que podamos confiar para tomar las decisiones necesarias, incluso si esas decisiones son difíciles.

Convertirse en un gran líder con un estilo de gestión orientado a las personas.

Actualmente, los modelos de liderazgo más orientados a las personas, los estilos de gestión que hacen que los líderes se sientan como «uno más del equipo» están aumentando en popularidad, pero, ¿qué sucede cuando los líderes están demasiado obsesionados con las cosas que agradarán a sus compañeros de trabajo y no están dispuestos a tomar decisiones difíciles?¿Cómo se convierte uno en un gran líder?

Un gran liderazgo proviene de la confianza.

Al parecer, los mejores líderes cuentan con confianza no sólo por tomar las decisiones correctas, sino por hacerlo con un estilo equilibrado y modesto que hace que su equipo se sienta apoyado y formando parte de la decisión, en lugar de actuar en forma autocrática.
La popularidad puede ser temporal y cambiante, porque se basa principalmente en las emociones de las personas. El respeto se gana y tiene más poder duradero. Como líderes, establecer una relación de confianza debería ser una prioridad absoluta.

El equilibrio es clave.

Hoy en día, un gran liderazgo es una sólida combinación de habilidades de liderazgo tradicionales y variaciones modernas. Los líderes exitosos pueden tomar las decisiones correctas, y también contar con el apoyo de su equipo porque son respetados, confiables y justos. Harán lo correcto pase lo que pase. Se enfrentarán a lo imposible y lo harán posible.

Un gran liderazgo requiere modestia.

Un gran liderazgo a menudo tiene que ver con la ausencia de ego, por el bien común. No se trata de lo que el líder hace o no hace; se trata de lo que puede inspirar a su equipo a realizar porque ellos también creen en las decisiones.

Se debe dar prioridad a la comunicación.

Una de las quejas más comunes sobre el liderazgo es que a menudo se toman decisiones en el vacío, sin comunicar la justificación o los factores que afectan a esas decisiones. Los buenos líderes toman decisiones difíciles, los grandes líderes pueden explicar a su equipo por qué esas decisiones difíciles fueron necesarias, de una manera que cree solidaridad y un frente unido.
Debemos tener en cuenta que, aunque el liderazgo no es un concurso de popularidad, también se trata de tener personas a nuestro alrededor que estén dispuestas a correr el riesgo apoyando nuestras decisiones, pero sin luchar por la popularidad. Esto significa tener personas que confían en uno como líder, y no porque sea popular, sino porque lo respetan.

Reflexiones finales sobre lo que significa un gran liderazgo.

La necesidad de señalar una dirección, establecer la estrategia y comunicar claramente el plan a la organización es importante, al mismo tiempo que nos centramos en el lado humano de la estrategia y en cómo obtener el apoyo del equipo. Estar orientado a los procesos y saber cómo involucrar a las personas adecuadas en el momento adecuado es imperativo, como también satisfacer la necesidad de los empleados de ser incluidos, contribuir y sentirse parte de algo más grande que ellos mismos.

¿Estás listo para mostrar tus grandes habilidades de liderazgo?