Estuve pensando mucho últimamente, acerca de la longevidad de las compañías. El motivo es porque Lee Hecht Harrison cumple 50 años. Es una hazaña para cualquier compañía perdurar tanto tiempo, especialmente en esta era en la que la vida útil de las entidades corporativas parece ser cada vez menor.
Según estudios recientes de Innosight, una empresa de consultoría de gestión, se comprueba que la vida útil de las empresas disminuyó drásticamente en los últimos cincuenta años. Por ejemplo, en 1965 las corporaciones S&P duraban, en promedio, unos 33 años. Para 1990, la durabilidad se redujo a 20 años. Actualmente se estima que la duración promedio es de 14 años y que, en la próxima década la mitad de las corporaciones de los S&P 500, serán reemplazadas por nuevas entidades.
Esto se debe en parte, a los acelerados cambios del mundo actual, y a las fusiones o adquisiciones constantes; situación que muchas empresas no logran superar. Sea cual fuera la causa, esta tendencia es un llamado de atención para los líderes de alto rango.
Los líderes deberían preguntarse: “¿Aceptamos esta tendencia como algo inevitable y asumimos un rol de espectadores o intentamos anticiparnos cambiando nuestra forma de liderar?” Este fue uno de los temas centrales de La Conferencia Global de Liderazgo de LHH, evento anual que, en esta oportunidad, marca el inicio de las celebraciones por el 50° aniversario de la empresa. El tema de la Conferencia fue: “Marcando la diferencia: Ayer, hoy y mañana”.
Conversando con mis colegas, supe que muchos de ellos estuvieron con LHH por muchos años y se sienten orgullosos de lo que lograron. Sobran motivos: han construido una gran compañía.
Otros, como yo, que nos incorporamos más tarde a la empresa, nos sentimos honrados de formar parte de una compañía con tan rico legado. Pero, por mucho que apreciemos la historia y el pasado de LHH, somos parte de su futuro.
Independientemente de nuestra antigüedad dentro de una organización, todos tenemos una inmensa responsabilidad en proyectar el liderazgo de la compañía para los próximos cincuenta años.
Este desafío llega en momentos de profundos cambios y crisis. La disminución del promedio de vida de las organizaciones, nos demuestra que no hay garantías para el éxito. Lo único que sabemos es que no podemos darnos el lujo de anclarnos en el pasado o presente de las empresas. A muchos líderes les cuesta enfrentar los cambios y se quedan firmes en el ayer, esperando que “los buenos viejos tiempos” regresen y se afianzan en esa postura. Otros, sólo viven el presente; inmersos en los desafíos del día a día, sumidos entre lo urgente y lo importante sin tiempo que perder, por lo que no pueden pensar en el futuro.
Los líderes realmente exitosos y responsables, tienen como meta personal trascender a futuro. Se ocupan del negocio presente, pero piensan nuevas ideas y estrategias para las condiciones futuras del mercado; tienen la curiosidad, la agilidad y el coraje de cambiar de puntos de vista.
¿Qué clase de líder eres? ¿Estás anclado en el pasado o inmerso en el presente? ¿Estás preparando tu futura prosperidad y la de tu compañía?
En el Gut Check de esta semana preguntamos: ¿Eres parte del pasado o del futuro?
Fuente: Vince Molinaro – Global Managing Director, Líder de Estrategias para Lee Hecht Harrison.
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