
Los despidos son una realidad difícil que muchas organizaciones enfrentan en contextos de pérdida de ingresos o inestabilidad financiera.
La forma en que una empresa gestiona estos procesos tiene un impacto directo no solo en el bienestar de las personas afectadas, sino también en la reputación de la organización. En este artículo abordamos las distintas etapas de una transición laboral forzada y cómo las compañías pueden acompañar a sus colaboradores de manera efectiva durante estos momentos complejos.
¿Por qué se producen los despidos?
Antes de hablar de acompañamiento, es fundamental comprender los motivos detrás de estas decisiones. Las razones más comunes incluyen:
- Bajo rendimiento: El 30% de los despidos se deben a resultados por debajo de lo esperado.
- Sobrecontratación: Otro 30% ocurre cuando se contrata más personal del necesario.
- Reestructuración organizacional: Representa el 29% de los casos.
- Falta de adecuación entre habilidades y rol: Otro 29% se vincula a brechas de competencias.
- Ajustes de costos: Un 28% responde a presiones financieras.
Comprender estas causas permite al área de Recursos Humanos comunicar con mayor empatía y claridad las razones detrás de decisiones difíciles.
Comunicar con empatía: el primer paso clave
Una vez tomada la decisión, la instancia de comunicarla al colaborador es una de las más delicadas. Requiere planificación, respeto y contención.
Algunas recomendaciones esenciales:
- Preparar el entorno: Elegir un espacio privado y adecuado para mantener una conversación difícil.
- Utilizar una guía o guión claro: Ayuda a mantener la coherencia y evitar ambigüedades.
- Dar espacio para procesar la noticia: Las personas pueden experimentar sorpresa, angustia o enojo. Brindar tiempo y contención es fundamental.
De la incertidumbre a la acción: apoyo inmediato y concreto
Luego del impacto inicial, ayudar a la persona a pasar rápidamente de la incertidumbre a la acción es clave para disminuir el miedo y recuperar el control. Algunas acciones concretas:
- Herramientas esenciales: Brindar acceso a coaching laboral, plantillas de CV, asesoramiento sobre entrevistas y evaluaciones de habilidades.
- Plan de acción personalizado: Acompañar en la definición de objetivos claros, plazos y próximos pasos para reinsertarse laboralmente.
- Soporte emocional: Facilitar el acceso a contención psicológica y redes de apoyo para gestionar la ansiedad y el estrés.
- Fomentar el networking y el desarrollo profesional: Incentivar la participación en eventos, actualización de perfiles como LinkedIn y exploración de oportunidades internas o del mercado.
Este enfoque orientado a la acción no solo reduce la angustia, sino que potencia la empleabilidad de las personas.
Más allá del CV: los desafíos reales en la búsqueda laboral
El agotamiento durante la búsqueda de empleo es real. Por eso, es fundamental acompañar también en aspectos menos visibles pero igualmente relevantes:
- Prepararse para entrevistas
- Negociar condiciones laborales
- Reconocer el propio valor en el mercado
Este tipo de herramientas fortalece la autoconfianza y ayuda a sostener la motivación a lo largo del proceso.
Nuevas incorporaciones: cómo continuar el acompañamiento
El trabajo del área de Recursos Humanos no finaliza con la contratación. La integración exitosa de nuevos talentos también requiere seguimiento:
- Reuniones periódicas: Permiten detectar dificultades tempranas y ajustar expectativas.
- Mentoría y apoyo entre pares: Favorecen la adaptación a la cultura organizacional y la creación de vínculos.
- Capacitación continua: Es clave para fomentar el desarrollo profesional y el compromiso con el nuevo rol.
Acompañar en la incertidumbre: un compromiso organizacional
Las transiciones laborales, especialmente las no deseadas, son desafiantes. Pero con las herramientas adecuadas, apoyo emocional y un enfoque proactivo, las organizaciones pueden ayudar a sus colaboradores a atravesarlas con dignidad y confianza.
Ya sea a través de programas de outplacement, coaching de carrera o seguimiento post-desvinculación, invertir en estas prácticas no solo beneficia a quienes dejan la compañía, sino que fortalece la cultura organizacional y deja una huella positiva en el largo plazo.
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