En tiempos de JJOO se observa que la concentración juega un papel preponderante en el rendimiento y la ejecución del deporte. Este mismo encuadre puede ser llevado a nuestra vida personal y profesional obteniendo importantes logros en la productividad.
Uno de los mayores enemigos de la productividad es la falta de concentración. Las constantes—y a menudo ineficientes—reuniones, los compañeros que interrumpen sin miramientos, las llamadas de teléfono y las distracciones de todo tipo disminuyen nuestro rendimiento y hacen que malgastemos una gran cantidad de tiempo y energía, no sólo en el trabajo, sino en cualquier actividad que realicemos.
Existen técnicas que ayudan a mejorar la capacidad de mantener voluntariamente la atención en la actividad que se está realizando, como la meditación o el yoga. Sin embargo, podemos optar por algunos consejos de sentido común que están a nuestro alcance diario y cuya práctica nos regalará mucha satisfacción.
Definir objetivos diarios
Es mucho más fácil concentrarse en las tareas cuando se tiene en mente el porqué de cada cosa. Dividir cada actividad en pequeñas tareas. Tener un plan de acción ayudará a empezar y completar cada tarea. Además, saber en todo momento cómo vas con respecto a tu plan te motivará para continuar concentrado.
Colgar el cartel de No molestar
Avisa a tus colegas de la oficina, o a tu familia y amigos, para que no te interrumpan en ciertas franjas horarias. Usar “el tiempo permitido”, en vez de interrumpir cada 10 minutos.
Eliminar las distracciones
Silenciar el móvil, cerrar el correo electrónico y las redes sociales. Si trabajas con una PC, cerrar todas las aplicaciones que no necesitas y trabaja a pantalla completa para no distraerte.
Organizar los descansos
Si una tarea lleva mucho tiempo, descansa de vez en cuando y recarga las pilas. Si trabajas sentado, aprovecha ese tiempo para andar y moverte.
Regalarse una recompensa cada vez que logres uno de tus objetivos
Dedica un tiempo a hacer cosas que te gusten, lee las noticias o tus blogs favoritos, juega a algo, vete a hablar con alguien.
Crear un entorno adecuado
Mantener tu mesa de trabajo limpia y ordenada, y elimina todo aquello que pueda distraerte. Ten al alcance de la mano todo lo que puedas necesitar (incluso una botella de agua) para disminuir las posibilidades de interrumpir lo que estás haciendo.
Comer de forma equilibrada y dormir lo necesario, además de ser bueno para tu salud te ayudarán a ser más productivo.
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