Cuatro emprendedores nos explican las mejores tácticas para multiplicar el efecto de su networking.
«Nunca entramos a puerta fría. Porque no es nuestro método y tampoco sería una forma eficaz en nuestro sector. Aunque no tenemos un departamento comercial propiamente dicho intentamos atender personalmente todas las solicitudes de información. En muchos casos, estas solicitudes llegan por prescripción de nuestros propios clientes. En la medida en que el nuevo cliente ya dispone de mucha información sobre nuestra manera de trabajar, esta forma de crecer es altamente eficaz», explica Lucía de la Vega, cofundadora de Imaginarte comunicación.
«En otros casos, el cliente nos conoce porque ha leído algo sobre nosotros en la prensa o en las redes sociales Antes de realizar una visita, siempre nos informamos sobre la marca y su trayectoria. De esta forma, la primera reunión ya sirve como briefing y te permite obtener información no disponible en su web o en hemeroteca», continúa.
«En ocasiones, no todas las solicitudes pueden atenderse de forma personal. En estos casos intentamos resolverlo por teléfono, priorizando siempre aquellos proyectos o marcas con los que más afinidad podemos tener por nuestro estilo de trabajo», sigue.
«Con los clientes que ya tenemos, la comunicación es diaria y permanente. No consideramos necesario establecer una frecuencia mínima de reunión porque siempre se superaría con la actividad que se genera. En algunos casos la conexión es por contacto telefónico, por mail y por Skype para el intercambio de información. Incluso compartimos perfiles privados en determinadas redes sociales donde compartimos la parte gráfica», reconoce.
«Algunos clientes están fuera de la provincia por lo hace las reuniones personales, menos frecuentes. Las mismas se sustituyen por videoconferencias», expresa.
«También asistimos a eventos que nos aportan actualización sobre nuevas tecnologías o en creatividad, eventos del Club de Creativos que te permiten estar contactado con compañeros de la profesión a nivel nacional y compartir con ellos cuestiones del día a día. Por tanto, no se trata de eventos donde podamos establecer contactos comerciales. Entendemos, en todo caso, que un evento no es el espacio adecuado para dar a conocer lo que una empresa como nosotros puede ofrecer«, argumenta.
«No planificamos el networking, simplemente mostramos nuestro trabajo de cada día. Por selección natural, las personas que nos siguen y comparten nuestro trabajo, entienden lo que hacemos y en algún momento pueden necesitar nuestro apoyo para su marca. Cuando llega ese momento, ya poco tenemos que contarles. Es un trabajo avanzado que es útil no sólo por la difusión de la marca sino porque ayuda al cliente a saber con quién está contactando cuando pide una reunión. Y a nosotros a que esas primeras reuniones tengan un alto nivel de productividad», concluye.
Fuente: Emprendedores
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