La ejecución de la obra vinculará a San Juan con la región de Coquimbo. El túnel atravesará 14 km del interior de una montaña y acercará la salida al Pacífico. Sumará 5.000 empleos y será fuente de generación de nuevos negocios. En pocos días se sabrán las firmas que se sumarán al proyecto.
El proyecto de infraestructura más ambicioso de las últimas décadas comienza a hacerse realidad.
El 8 de febrero se conocerán cuáles serán las empresas que formarán parte del desarrollo inicial del túnel Agua Negra, que unirá a la provincia de San Juan con la región chilena de Coquimbo, previa inversión de más de u$s1.500 millones.
El proyecto contempla la ejecución de dos vías paralelas de casi 14 kilómetros de extensión: una en dirección descendente, desde Argentina hacia Chile, y la otra en sentido inverso.
Ambos países ya obtuvieron financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que aportó u$s80 millones para la puesta en marcha de la megaobra.
Una vez definidos quiénes van a participar de la fase inicial de semejante emprendimiento, los trabajos intensivos comenzarán en el transcurso del primer trimestre del año entrante.
La idea es que Agua Negra quede concluido en un lapso de entre ocho y diez años. El macrismo y el gobierno chileno definen a este proyecto como un puntal estratégico en pos de acelerar la integración comercial.
«Llegó la hora de emprender un camino de crecimiento«, aseguró Mauricio Macri en San Juan.
«Será positivo para todos. No sólo por el mayor intercambio de turistas. Principalmente por el comercio. Además, a la provincia le reportará un enorme beneficio ya que generará no menos de 5.000 nuevos empleos», aseguraron a iProfesional fuentes del Ministerio de Planificación e Infraestructura de San Juan.
Si bien la identidad de quienes compiten para quedarse con los trabajos preliminares se mantendrá en reserva hasta principios del mes próximo, lo cierto es que, del lado chileno, hay cuatro empresas chinas que corren con ventaja para ganar la licitación.
Sus nombres: China Harbour Engineering Company, China Railways Engineering Company, China Shandong International Economic & Tecnical Cooperation y China Jiangsu International.
«China es el principal socio comercial de Chile, es sumayor comprador de productos. El desafío entonces es profundizar la relación a partir de sus inversiones en obras públicas”, argumentaron desde el Ministerio de Obras Públicas de la nación trasandina.
En la gobernación sanjuanina, la participación del gigante asiático es vista con buenos ojos ya que entienden que podría acercar más desembolsos en el sector de la minería.
«Puede abrir más oportunidades para futuros proyectos en la cordillera. Los chinos en algún momento evaluaron la posibilidad de quedarse con los activos de Barrick en la provincia», manifestó una fuente vinculada con el Ejecutivo de San Juan.
«Agua Negra podría ser un punto de partida para sumar inversiones a gran escala en varios emprendimientos mineros«, remarcó.
La obra atravesará 14 km del interior de una montaña a una altura media de 3.800 metros sobre el nivel del mar.
Los estudios preliminares fueron llevados a cabo por consultoras de Argentina, Chile, Austria, Brasil y Suiza.
A su paso integrará los atractivos turísticos de varias zonas como Valle Fértil, Jáchal e Iglesia, entre otras.
Ojo en el negocio
El túnel de Agua Negra es valorado como una pieza clave en la integración comercial entre los dos países y hasta potencialmente con el resto del Mercosur.
Concretamente, a través del nuevo corredor bioceánico que conectará el Atlántico con el Pacífico, desde Porto Alegre (Brasil) hasta Coquimbo (Chile).
Unas 21 empresas ya presentaron sus propuestas para ser proveedoras del proyecto, según la Entidad Binacional Túnel de Agua Negra (EBITAN), organización creada para coordinar las decisiones que vayan tomando Argentina y Chile sobre la iniciativa.
Además de las compañías chinas mencionadas, de la compulsa también participan Pymes argentinas, del país trasandino y la empresa española Sacyr.
Esta última ya cuenta con presencia en Chile, explotando cuatro autopistas a través del sistema de concesiones y tiene en construcción tres obras, entre ellas la autopista Américo Vespucio Oriente y el Hospital de Antofagasta.
Del lado argentino, el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, hizo saber que uno de sus principales objetivos es asegurar la presencia de un mínimo de firmas locales en la ejecución de algún tramo del proyecto.
Quien también sigue muy de cerca Agua Negra es el ministro de Energía, Juan José Aranguren, ya que los túneles le ofrecen la posibilidad de moldear una idea que ya anticipó en Santiago.
Concretamente, la de establecer una interconexión entre el tendido eléctrico chileno y el sistema energético argentino.
«Es un desafío enorme y mucho dependerá de la voluntad que muestre Chile. Por lo pronto, Andrés Rebolledo, el ministro de Energía de ese país, aseguró que empezarán a evaluar esta opción», confío a iProfesional un analista con llegada a Aranguren.
La fuente consultada añadió que «ya se acordó que habrá un tendido de fibra óptica y que, lo más probable, es que no haya dificultades para un vínculo eléctrico».
«Si nosotros queremos aprovechar la ventaja de estar hacia el Pacífico, no sólo tenemos que desarrollar los puertos, también las conexiones con Argentina«, aseguró el ministro de Obras Públicas chileno, Alberto Undurraga.
«El túnel favorecerá el comercio y el turismo entre las dos naciones. Pero, fundamentalmente,a los puertos de Chile, ya que fortalecerá la ventaja que le da su salida al Pacífico«, completó.
Detalles de la propuesta
Los más de u$s1.500 millones que demandará Agua Negra serán destinados a la construcción de dos túneles paralelos de casi 14 kilómetros de extensión.
Mantendrán entre sí una distancia de 50 metros pero, al mismo tiempo, estarán conectados por galerías de emergencia cada 1,5 kilómetros.
Algunas particularidades del emprendimiento:
– Contará con dos túneles paralelos (14 km), uno para cada sentido de circulación.
– El acceso argentino estará a 4.085 metros sobre el nivel del mar y el chileno, a 3.620. Es decir, habrá una pendiente media de 3,37%.
– Se realizarán calzadas de 7,50 m de ancho con espacios laterales para el tránsito peatonal y la prestación de servicios.
– La altura libre de circulación vehicular será de 4,80 metros.
– Para emergencias, habrá galerías peatonales de conexión entre túneles que estarán separadas unos 250 metros. La de auxilio vehicular, en tanto, cada 1.500 metros.
– Se dispondrán hidrantes para el combate del fuego a lo largo de todo el trazado.
– Habrá un centro de control del tránsito y de monitoreo de aspectos esenciales para la circulación como ser la ventilación, iluminación y visibilidad.
– Contará con sistemas de última generación de detección automática de incidentes, cámaras de TV y comunicaciones.
– Tendrá edificaciones contiguas a los accesos para servicios de bomberos y socorristas.
– Dispondrá de caminos de acceso de calzadas separadas en la zona de influencia de ambas entradas.
Para un túnel mucho más corto y emplazado a menor altitud, un único «tubo«podría haber sido suficiente. Pero, dada la magnitud de la obra, los ingenieros propusieron el armado de otro auxiliar al principal.
Esto le brindará a Agua Negra una mayor seguridad. Por ejemplo, en caso de necesitar espacio libre para escapes en emergencias.
Proyecto clave y caro
El actual paso fronterizo de Agua Negra se encuentra a más de 4.760 metros sobre el nivel del mar y es atravesado por unos 10.000 autos cada año.
Entre sus inconvenientes, figura el de no soportar el transporte de carga y que debe permanecer cerrado entre mayo y octubre por las nevadas. De ahí la necesidad de avanzar con nuevas opciones de interconexión entre ambos países.
Hoy día, el principal paso de Argentina a Chile es el de Cristo Redentor, que también tiene un «detalle»: también suele permanecer clausurado hasta 40 días al año por el mismo fenómeno.
El nuevo Agua Negra permitirá entonces sortear varios obstáculos, entre ellos el climático, que complica la movilidad de un lado a otro de la cordillera.
La obra en cuestión será una de las más caras e importantes de América latina.
Los u$s1.500 millones que demandará la ubican detrás del Gasoducto Sur Peruano y de la ampliación del canal de Panamá, que forman parte del «ranking top ten» conformado porlas iniciativas más costosas desarrolladas en las últimas décadas.
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