Una de las limitaciones más comunes con las que me encuentro a la hora de trabajar con empresas que quieren incrementar el porcentaje de mujeres en roles de liderazgo, es la falta de flexibilidad en el horario de trabajo. Las mujeres sienten que, debido a las exigencias de su rol, la carga horaria o la cultura empresarial, sumadas a las exigencias familiares, deben convertirse en malabaristas para administrar sus actividades. Pero existe un ámbito que puede romper con esta barrera…Las Agencias de Inteligencia Británicas tienen un plan para contratar a más madres de mediana edad con una campaña denominada Jane Bond (alias femenino del famoso espía británico de películas de acción). Siendo fans de películas y series de espías, uno jamás creería que ese tipo de trabajo sería flexible. Sin embargo, las agencias descubrieron que las mujeres cuentan con un activo necesario y de gran valor: su inteligencia emocional. Por lo que, las agencias están haciendo lo imposible por atraer al género femenino mostrándole las ventajas y la naturaleza amigable que tiene el mundo del “espionaje”.
La primera vez que leí este artículo en el diario “Telegraph”, me reí ante lo absurdo de la propuesta. Pero luego, analizándolo, me causó ira: ¡¿Cómo es posible que si M15 lo descubrió e implementó los demás no?! ¡¿Cuál es la excusa?! Éstas son algunas de las más comunes a la hora de negociar contratos laborales con horarios flexibles:
- Nuestros clientes no lo permiten
- Este tipo de trabajo no puede hacerse part – time
- La carga horaria semanal ya fue establecida
- Somos una organización basada en las relaciones y necesitamos que nuestra gente haga presencia
Si una agencia de inteligencia es responsable de proteger a todo el Reino Unido de riesgos para la Seguridad Nacional, contar con tácticas militares efectivas, tener presencia global en la lucha contra el terrorismo; es capaz de resolver conflictos internacionales y prevenir la expansión del armamento nuclear -y no convencional-, admite y aplica flexibilidad horaria… En serio, ¿cuál es tu excusa?
Analicémoslo seriamente, porque este tipo de organizaciones que se dieron cuenta de este potencial son y serán las que atraerán y retendrán los mejores talentos. Muchas empresas están comenzando a flexibilizar sus políticas (algunas seriamente, en pos de un cambio profundo en su cultura laboral y otras, meramente por jactarse de cumplir con las políticas de diversidad).
Sin embargo, «aplicar» políticas de flexibilidad no es lo mismo que «tener» una cultura empresarial con políticas de flexibilidad. Muchas mujeres que aspiran a cargos de liderazgo comentan que sus superiores les dejan bien claro que el sacar provecho de dichas políticas sería un suicidio vocacional: «Hágase bajo su propio riesgo”.
Puedo garantizarles que están perdiéndose grandes talentos solamente por cuestiones de flexibilidad horaria. De hecho, la preocupación femenina por políticas laborales flexibles y amigables hacia su género, comienza mucho antes de lo que uno cree: no concierne únicamente a aquellas que son madres o planean serlo, sino que se lo plantean desde jovencitas; cuando formar una familia todavía no está en sus planes. Previo a su contratación, ellas evalúan si unirse a su organización y luego, permanecer en ella; incluso, reflexionan acerca de cómo y cuándo notificar a sus jefes acerca de su embarazo. Continúa cuando deben solicitar la licencia por maternidad y la reincorporación luego de la misma (si es que regresan). Aquellas que tienen hijos están constantemente analizando si continuar en su trabajo les permite desarrollarse o si es mayor el esfuerzo que el valor agregado. El resultado: pérdida de talento y líderes futuros.
Las mujeres están alejándose en tropel de las empresas con estructuras rígidas. Muchas, forjan sus propios proyectos empresariales, otras se unen a empresas con culturas flexibles y otras… quizás sean espías.
Fuente: Tammy Heermann – Vice Presidente Senior de Soluciones Estratégicas en Lee Hecht Harrison UK.
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