La entrevista laboral no inicia con la primera pregunta; de hecho, desde el momento en que se cruza la puerta, nuestro comportamiento ya está siendo evaluado.
Según William Vanderbloemen, CEO de Vanderbloemen Search Group, una firma de búsqueda de ejecutivos, los entrevistadores ponen especial atención en un aspecto en particular: puntualidad al llegar a la cita.
Vanderbloemen, quien ha entrevistado a más de 30.000 candidatos para puestos de trabajo, afirma sorprenderse de la cantidad de personas que llegan incluso dos minutos tarde a una entrevista de trabajo con una taza de café recién hecho en la mano.
Por supuesto, la mayoría de los gerentes de contratación comprenden las emergencias de última hora, las dificultades técnicas y los problemas de tráfico, pero Vanderbloemen advierte que llegar tarde a una entrevista de trabajo sin previo aviso es una “señal de alerta” para los gerentes de contratación, ya que establece un mal tono desde el inicio.
La puntualidad es la primera prueba de cuán en serio se toma un trabajo y si se es merecedor de las responsabilidades del puesto, según explica Vanderbloemen. Cuando se acuerda una reunión con alguien, se está estableciendo un compromiso, y al romper ese acuerdo, se pone en duda la integridad y confiabilidad de la persona.
Por otro lado, llegar demasiado temprano para una entrevista de trabajo también puede tener sus riesgos. “Si estoy ocupado con otra reunión o tomando un breve descanso entre llamadas, tener a alguien esperando durante 15-20 minutos antes de nuestra cita programada no es útil”, señala Vanderbloemen. “Puede hacer que el entrevistador se sienta incómodo o abrumado”.
Según la recomendación, el mejor momento para presentarse a una entrevista de trabajo es cinco minutos antes de la hora de inicio programada. Puede parecer un detalle menor en el contexto general de una entrevista de trabajo, pero el ser puntual en el momento adecuado, sin llegar demasiado temprano ni demasiado tarde, puede marcar la diferencia y ser de gran ayuda para destacarse entre los demás candidatos.
Vanderbloemen señala que las entrevistas de trabajo pueden generar estrés, pero se pueden volver mucho más llevaderas cuando uno se presenta bien preparado. La puntualidad representa el primer paso para demostrar el nivel de preparación del candidato.
En conclusión, la puntualidad es un aspecto fundamental que no debe pasarse por alto en el proceso de una entrevista de trabajo. La manera en que se presenta y se cumple con los acuerdos establecidos desde el inicio puede tener un impacto significativo en la percepción que los entrevistadores. Llegar cinco minutos antes de la hora de inicio programada demuestra responsabilidad y profesionalismo, lo que puede marcar la diferencia.
Además, la puntualidad es una muestra de la preparación y seriedad para afrontar la oportunidad laboral. El estar listos y puntuales refleja un compromiso con el proceso de selección y con la empresa en sí, demostrando que se valora la oportunidad de formar parte de un equipo.
Por lo tanto, al enfrentarse a una entrevista de trabajo, no solo es importante mostrar nuestras habilidades y experiencia, sino también proyectar una imagen de confianza y cumplimiento mediante la puntualidad. Es un sencillo pero poderoso paso para iniciar la relación laboral con el pie derecho y dejar una impresión positiva en los entrevistadores.