Las empresas emiten ciertas señales cuando se acerca el momento de prescindir de un empleado. Un estudio realizado a más de 300 profesionales de Recursos Humanos de Argentina y otros países de la región arroja las señales relevantes para tener en consideración.
Cuando una empresa está a punto de despedir a un empleado, puede dejar de solicitar su opinión, restringir su acceso a la información y prescindir de él en proyectos nuevos. Estas son algunas de las señales reveladas por la última encuesta de Bumeran llamada “Red flags, señales de que están por despedir”. En este estudio, participaron 336 profesionales de RR.HH. de la región, incluyendo 113 de Argentina, 52 de Panamá, 92 de Ecuador, 38 de Chile y 41 de Perú.
Señales que pueden indicar un despido
En el contexto de los profesionales argentinos, cuando han tomado la decisión de despedir a alguien, el 52% de ellos opta por restringir el acceso a la información de la persona afectada.
En relación a los avisos institucionales de importancia, el 85% de las empresas encuestadas afirma seguir enviando la información a la persona que será desvinculada.
En cuanto a los eventos o nuevos proyectos que surgen durante el último período laboral de un colaborador que está por ser despedido, el 65% de las organizaciones no invita a dicho empleado a congresos, conferencias, y viajes laborales.
Asimismo, se observa que el 82% de los especialistas en Recursos Humanos también opta por no incluir al empleado en los nuevos proyectos que surgen dentro de la compañía.
Sin embargo, cuando se trata de reuniones en las que el trabajador solía participar de forma habitual, el 65% de los encuestados en el país continúa incluyendo al empleado en dichas reuniones.
En el resto de los países de la región, la situación varía. Solo Argentina y Chile continúan mayoritariamente incluyendo al empleado en los encuentros en los que solía participar, mientras que Ecuador y Perú optan por hacer lo contrario. Por su parte, Panamá muestra una distribución equitativa entre ambas opciones.
En cuanto a la consulta de opinión, el 59% de las empresas argentinas deja de solicitar la opinión de la persona en decisiones importantes relacionadas a su área. Esto implica que casi seis de cada diez compañías dejan de considerar los comentarios de aquellos que están por dejar la empresa en decisiones relevantes.
En los países de la región, la tendencia es similar en cuanto a la consulta de opinión. En Ecuador, el 71% de los headhunters de Recursos Humanos deja de solicitar la opinión del talento en decisiones importantes relacionadas a su área, mientras que en Panamá un 60%, en Perú un 61% y en Chile un 45%.
Aunque la mayoría de los reclutadores opta por no consultar la opinión del talento una vez que la decisión está tomada, en situaciones que no involucran decisiones relevantes para el sector, el 70% sí considera los aportes del empleado que abandonará la organización. Sin embargo, hay un 30% que tampoco en este escenario toma en cuenta su opinión.
Por otro lado, en Argentina, el 47% de los encuestados afirma que la comunicación con el empleado afectado es cada vez menor, mientras que el 34% considera que es mayor con el objetivo de encontrar soluciones para la situación, y el 19% sostiene que la comunicación es igual.
Trato de los empleados y sus funciones antes del despido
En cuanto a qué hacer con las personas que van a ser despedidas, contrariamente a algunos conceptos erróneos que existen sobre los despidos y la forma de actuar en tales situaciones, el 65% de los profesionales argentinos dijo que la forma en que actuaron frente a los despedidos no ha cambiado. Todo se reduce al talento, y se mantiene igual hasta el final.
En comparación con otros países de la región, Argentina tiene la mayor concentración de especialistas en recursos humanos que respondieron que no cambian el trato a sus empleados. Le siguen Perú (54%), Panamá (52%), Chile (50%) y Ecuador (45%).
Además, el 54 % de los expertos del país asegura que su relación con los compañeros no cambia ante la situación de despido, aunque el 34 % cree que el trato puede cambiar si alguien de su equipo lo supiera; mientras que el 12 % dice que es inevitable recibir un trato diferente al habitual.
De igual forma, el 48% de los encuestados en Argentina afirma que el empleado va a realizar las mismas tareas hasta su último día en la empresa, el 42% les otorga cada vez menos responsabilidades y el 8% las modifica. De estas responsabilidades, solo el 2% les da mayor cantidad o se les profundiza su complejidad.
En relación a este tema, el 52% de los encuestados en Argentina pasa a repartir las responsabilidades del talento a otros compañeros.
Además, el 51 % de los expertos de nuestro país considera que su trabajo es corregido de la misma manera, a pesar de ya haber tomado la decisión, el 27 % confirma que hay poca corrección y el 22 % corrige más o incluso plantea inquietudes y errores.
En cuanto a la complejidad de las tareas, el 89% de los profesionales locales afirma que cuando van a despedir a una persona, no le dan una tarea difícil a esa persona para justificar el despido, mientras que hay un 11% que sí opta por hacer su trabajo más complicado para tener una razón de despido.