Tu red es tu ventaja: domina el networking estratégico

¿A quién contactar? ¿Qué decir? ¿Cómo mantener el vínculo sin parecer insistente? Aunque pueda sentirse extraño, el networking puede jugar un papel crucial en el avance de tu carrera profesional.

Muchas personas se sienten nerviosas al hacer networking, pero la realidad es que la mayoría de los empleos se consiguen a través de conexiones personales. Eso sí, es fundamental que tu enfoque sea estratégico y considerado.

Si inicias el networking diciendo a todo el mundo que necesitas trabajo y pidiendo ayuda, eso genera incomodidad. Pero si te acercas con la intención de reconectar, fortalecer relaciones, aprender cosas útiles y ofrecer tu apoyo, las oportunidades laborales llegarán de forma más natural.

Si la idea de hacer networking te genera ansiedad, aquí tienes estrategias para hacerlo de forma eficaz y sin incomodidades durante tu búsqueda laboral:

1. Empieza con tu red actual

Incluso si piensas que no conoces a nadie relevante, en realidad tienes una red más amplia de lo que crees. Comienza por familiares, amistades, mentores, exjefes, colegas actuales o anteriores, personas con quienes haces voluntariado o compartes espacios en asociaciones profesionales. Muchos pueden ayudarte en tu búsqueda de empleo: pasarte un contacto, compartir tu currículum, recomendarte o contarte cómo cambiaron de sector con éxito.

Enfócate en personas con las que realmente tuviste una buena conexión, aunque haya pasado tiempo. Tu red no es cualquier persona que hayas conocido, sino aquellas con las que compartiste una experiencia significativa, por mínima que sea. Eso facilita un acercamiento genuino y amistoso.

2. Sé claro y específico

Cuando contactes a alguien directamente, preséntale un contexto claro y conciso.
En uno o dos párrafos, explica tu situación actual y lo que estás buscando. Por ejemplo:
“Estoy en búsqueda de una nueva oportunidad profesional en el área de comunicación institucional. Hasta ahora he trabajado en medios y agencias de relaciones públicas, pero me interesa crecer en el sector educativo o de salud. Me encantaría saber si tienes sugerencias o si conoces a alguien a quien debería contactar.”

Si aplicaste a un puesto y conoces a alguien que trabaja en esa empresa, escríbele. Incluso si el vínculo es débil, úsalo. Puedes decir:
“Recientemente postulé a un puesto en tu empresa y me encantaría conversar unos 15 o 20 minutos para conocer más sobre tu experiencia allí.”
Evita frases como “¿puedes ayudarme a entrar?”, y opta por algo más abierto: “¿Qué me podrías compartir sobre tu experiencia? ¿Hay alguien más que crees que debería contactar como parte de mi proceso?”

Recuerda: cada persona en tu red también tiene su propia red. Si están dispuestos a presentarte a otros contactos, puedes llegar directamente a responsables de contratación o reclutadores.

Una excelente pregunta para cada conversación es:
“¿Conoces a alguien más con quien crees que debería hablar? ¿Estarías dispuesto(a) a presentármelo/la?”
Esa simple solicitud puede abrir muchas puertas.

3. No temas al “cold reach-out” (contacto en frío)

A veces tu red cercana no tiene lo que necesitas, y es necesario empezar desde cero.

Una breve investigación en línea puede ayudarte a identificar personas que trabajan en empresas de tu interés o que han hecho transiciones similares a la que tú deseas. Contactar a alguien que no conoces puede intimidar, pero hay maneras de hacerlo más personal.

Busca puntos en común en LinkedIn o redes sociales: haber estudiado en la misma universidad, compartir experiencias de voluntariado o incluso provenir de la misma ciudad pueden ser buenos rompehielos. Un toque de halago genuino también ayuda: comentar un premio que recibieron, un ascenso reciente o algo que publicaron y te pareció interesante demuestra que hiciste tu tarea.

Sé claro con tu solicitud. Lo ideal es mostrarte como alguien curioso y dispuesto a aprender, que respeta el tiempo del otro y busca establecer un vínculo constructivo.

4. Llega preparado a la primera conversación

Debes ir preparado con preguntas para la reunión o llamada, pero “¿tienes un trabajo para mí?” no es una de ellas.

Investiga todo lo posible sobre la persona y la empresa para poder hacer preguntas relevantes. Si es tu primer encuentro, el objetivo debe ser aprender sobre su trayectoria y experiencia.

Evita preguntar cosas que podrías encontrar fácilmente en internet. En cambio, haz preguntas que generen conversación, como:
“Veo que pasaste del sector financiero corporativo a trabajar en una universidad. Yo también estoy interesado en educación superior. ¿Cómo fue esa transición para ti?”

El objetivo es construir una relación. Mencionar que estás en búsqueda laboral está bien, pero sin imponer expectativas.
Permite que la persona elija cómo y cuándo reunirse: virtual, presencial, por teléfono, etc. Para una primera conversación, 20 minutos suele ser suficiente.

5. Mantente en contacto de forma informal

El networking es un proceso continuo. Conocer a alguien no significa que automáticamente esté en tu red. El primer café o llamada es apenas el primer nivel: ahora esa persona te tiene presente, pero no es tu contacto cercano todavía.

Haz seguimiento con un mensaje de agradecimiento, menciona algo concreto que te haya resultado útil o interesante, y expresa tu deseo de mantener el contacto.

No tiene que ser algo elaborado: basta con mantenerse presente de forma ligera y ocasional.

Esto es clave para una red sólida: mantenerte en contacto informal, sin necesidad de una relación constante o de dos vías.

Hoy existen muchas plataformas digitales que pueden ayudarte a lograrlo:

  • Compartir por email un artículo interesante,
  • Comentar en una publicación de LinkedIn,
  • Reaccionar a sus fotos en Instagram o
  • Enviar un mensaje breve por X (antes Twitter).

Pequeños gestos como estos mantienen viva la conexión sin abrumar.

Conclusión:
Hacer networking sin parecer molesto requiere empatía, claridad, y una actitud genuina de interés por los demás. El objetivo no es simplemente conseguir un empleo, sino construir relaciones auténticas y de largo plazo que te acerquen a nuevas oportunidades. Si mantienes tu enfoque profesional y humano, tu red puede convertirse en uno de tus mayores aliados en tu desarrollo laboral.

 

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