Entrevistas exitosas: buenas prácticas para optimizar tu lenguaje corporal

Cuando te preparás para una entrevista laboral, probablemente pongas la mayor parte de tu energía en tu currículum, tus respuestas a preguntas frecuentes y los puntos clave de tu experiencia profesional. Sin embargo, muchas veces se pasa por alto un aspecto igual de importante: el lenguaje corporal. Tus gestos, posturas y expresiones pueden ser decisivos a la hora de generar una buena impresión y, en algunos casos, pueden marcar la diferencia entre avanzar en el proceso o quedar fuera de carrera.

A continuación, repasamos los 10 errores más comunes de lenguaje corporal en entrevistas laborales y cómo evitarlos.

1. Apretón de manos débil (o inexistente)

La primera impresión empieza en el saludo. Un apretón de manos débil puede ser interpretado como falta de seguridad en vos mismo. En el otro extremo, un apretón excesivamente fuerte puede transmitir agresividad o incomodidad.
La clave está en un apretón firme, breve y acompañado de una sonrisa y contacto visual. En entrevistas virtuales, este gesto se reemplaza con una postura erguida, un saludo cordial y una actitud receptiva desde el inicio.

2. Evitar el contacto visual

Mirar constantemente hacia abajo o esquivar la mirada puede ser percibido como inseguridad, nervios o, peor aún, deshonestidad. Pero tampoco se trata de mirar fijamente, ya que eso genera incomodidad.
Lo ideal es mantener un contacto visual natural y frecuente, intercalando pausas para no incomodar. En entrevistas online, recordá mirar de vez en cuando a la cámara y no solo a la pantalla: eso genera mayor conexión con el entrevistador.

3. Una mala postura (encorvarse o estar rígido)

Tu postura comunica tu nivel de interés. Estar encorvado transmite aburrimiento o falta de profesionalismo, mientras que sentarse demasiado erguido puede dar una impresión de rigidez.
La mejor opción es mantener la espalda recta, los hombros relajados y una leve inclinación hacia adelante. De esta forma, proyectás seguridad y a la vez mostrás atención.

4. Cruzar los brazos

Aunque muchas veces lo hagamos por costumbre o comodidad, cruzar los brazos puede interpretarse como una señal de resistencia, incomodidad o falta de apertura.
En cambio, es mejor mantener los brazos relajados a los costados o apoyados suavemente sobre el regazo. Este tipo de lenguaje corporal abierto transmite receptividad y disposición al diálogo.

5. Moverse o jugar con objetos de manera nerviosa

Tocar constantemente una lapicera, mover la pierna, o ajustar la ropa a cada rato distrae al entrevistador y resalta tus nervios en lugar de tu mensaje.
Si sabés que hay posibilidades de ponerte ansioso, una técnica útil es apoyar las manos suavemente sobre un cuaderno o entrelazarlas en tu regazo. Eso te ayudará a mantener la calma y transmitir seguridad.

6. Falta de expresividad en el rostro

Un rostro demasiado serio o inexpresivo puede hacerte parecer desinteresado. Por otro lado, sonreír sin parar puede parecer forzado.
Lo recomendable es sonreír de manera natural en los momentos adecuados, asentir con la cabeza cuando corresponda y reflejar entusiasmo por la conversación. Esto ayuda a que el entrevistador perciba tu motivación y compromiso.

7. Gesticular en exceso

Los gestos con las manos pueden ayudarte a enfatizar una idea, pero usarlos de manera exagerada puede distraer o transmitir ansiedad.
La clave está en gesticular de manera moderada, acompañando tus palabras, pero sin dejar que las manos se vuelvan protagonistas de la conversación.

8. Invadir el espacio personal

En entrevistas presenciales, sentarse demasiado cerca o inclinarse mucho hacia adelante puede invadir el espacio del entrevistador. En cambio, sentarse demasiado lejos puede dar la impresión de distancia o desinterés.
Lo ideal es encontrar un punto intermedio y, si tenés dudas, observar y adaptar tu postura a la del entrevistador. Esto demuestra empatía y respeto.

9. Descuidar tu entrada y salida de la entrevista

El lenguaje corporal no empieza ni termina con la conversación. Tu forma de entrar, saludar y retirarte también deja huella.
Entrá con confianza, caminando erguido, saludá con una sonrisa y despedite agradeciendo la oportunidad, manteniendo contacto visual. Pequeños detalles que refuerzan tu imagen profesional.

10. Mala comunicación no verbal en entrevistas virtuales

En entrevistas online, los errores suelen ser distintos: mirar hacia otro lado constantemente, tener mala iluminación, un fondo desordenado o una cámara mal ubicada.
Para evitarlo, asegurate de que tu cámara esté a la altura de los ojos, tu cara esté bien iluminada y el fondo sea neutro y profesional. Recordá también mantener una postura erguida durante toda la entrevista.

Conclusión

El mercado laboral actual es sumamente competitivo, y los pequeños detalles cuentan. Tu experiencia, tus logros y tus respuestas son fundamentales, pero tu lenguaje corporal puede ser el factor decisivo para que un entrevistador se incline por vos. Proyectar seguridad, apertura y entusiasmo no solo refuerza tu perfil profesional, sino que también te convierte en un candidato más memorable.