Los sesgos cognitivos son una distorsión en la forma en que se procesa la información. Esto afecta la forma en que se interpreta la realidad y se toman las decisiones. ¿Se pueden evitar?
Por lo general, los sesgos cognitivos podrían ser inconscientes y depender de la forma en que nuestro cerebro procesa la información, ya que busca procesar la información de manera rápida y eficiente. Si bien estos sesgos pueden ser útiles en ciertas situaciones, también pueden conducir a una toma de decisiones irracional o incorrecta que puede conducir a una mala asignación de recursos, inequidad, conflicto y otros problemas que pueden socavar el liderazgo organizacional efectivo.
Debido a que los líderes pueden ser modelos a seguir para los demás, si no son conscientes de sus sesgos cognitivos, pueden difundir y reforzar esos sesgos en sus equipos, lo que limita la diversidad de pensamiento, dificulta la resolución de problemas y refuerzan estereotipos dañinos.
Aquí los enumeramos:
1- El sesgo de patrón ilusorio
Las personas que se ven afectadas por este sesgo tienen la tendencia de buscar o encontrar conexiones o causas donde en realidad no las hay. Esto puede llevar a conclusiones erróneas o decisiones basadas en información engañosa o insuficiente.
Supongamos que un líder de una compañía tecnológica observa un aumento en las ventas de ciertos productos luego de que se implementaron nuevas estrategias de marketing. Si el líder piensa influenciado por este sesgo, automáticamente atribuirá el incremento de ventas a la nueva estrategia, creyendo que existe una relación de causa y efecto entre las dos variables. Sin embargo, hay probabilidades de que el aumento de ventas se deba a factores aleatorios o externos, como una mayor demanda en general de productos tecnológicos, o un mes de compras más activo. Si el líder se guía por esta percepción errónea al tomar decisiones y emprender acciones futuras, es posible que destine recursos adicionales a marketing sin una justificación sólida. Esto podría dar lugar a una asignación ineficiente de recursos y a un rendimiento subóptimo de la organización.
2. Sesgo de arrastre
El sesgo de arrastre emocional o sesgo de contagio emocional, como también se le conoce, se refiere a la inclinación de las personas a ser influenciadas por las emociones y opiniones de otros en lugar de basarse en un análisis racional de la situación.
Por ejemplo, si un líder se encuentra en una crisis empresarial con dificultades financieras y muestra signos de pesimismo y preocupación, es probable que los miembros de su equipo de trabajo también estén preocupados y adopten esta misma actitud negativa. Esto puede resultar en una baja en el rendimiento del equipo y una disminución de la motivación, agravando aún más la situación de la empresa. Sin embargo, si a pesar de la crisis el líder logra transmitir confianza y optimismo, hay más probabilidades de que los miembros del equipo estén comprometidos y motivados para superar cualquier desafío. Es en este caso, que el líder ha evitado el sesgo de arrastre al lograr que las emociones negativas no se propaguen dentro de la empresa.
3- Sesgo de anclaje
Este sesgo se ha observado en personas que confían en información inicial limitada (“ancla”) para tomar decisiones o emitir juicios. Esta información inicial sirve como punto de referencia para estimaciones o evaluaciones adicionales, lo que afecta la forma en que vemos y procesamos otra información.
Imaginemos una situación de un ejecutivo de recursos humanos que se está planteando aumentar el salario de sus empleados. Antes de tomar una decisión, el ejecutivo leyó un informe que mostraba que el salario promedio de la industria para puestos similares era de $500 000 por mes. Al revisar este informe, el ejecutivo “ancló” la cifra de $500,000 como referencia inicial. Desde este punto de anclaje, puede tomar una decisión sesgada y determinar un aumento salarial cercano o basado en ese número, pero no va a considerar otros factores importantes como el desempeño individual, la posición en el mercado de la empresa, o la capacidad financiera de la misma, etc.
4- Sesgo encuadre
Este efecto se relaciona con la tendencia de los humanos a tomar decisiones basadas en la forma en que se presenta la información en lugar de su contenido objetivo. Esta percepción y valoración de un problema o situación puede llevarnos a tomar decisiones diferentes aun cuando los hechos subyacentes sean los mismos. El ejemplo más común de este sesgo es enmarcar en términos de aspectos positivos/negativos a una situación. Imagine a un líder que ve un proyecto como una gran oportunidad de éxito y crecimiento. Esto podría energizar a su equipo y conducir a un mayor compromiso y motivación. En el caso contrario, los líderes que ven el mismo proyecto como un gran desafío y lleno de riesgos tienen más probabilidades de crear incertidumbre y negatividad en el equipo.
¿Se pueden evitar los sesgos?
Ya que los sesgos cognitivos tienen patrones de pensamiento automáticos y, a menudo, son inconscientes, pueden ser difíciles de eliminar por completo. Pero siguiendo algunos de estos consejos, podemos hacerlos conscientes y tratar de minimizar su impacto tomando decisiones más equilibradas e informadas. Para que sea fácil recordarlo, se puede usar “MIRA” como regla mnemotécnica.
M– Mente Abierta: ser receptivo a nuevas perspectivas e ideas, que nos va a permitir reconocer que a todos nos afectan los sesgos y que es indispensable estar dispuesto a dudar de nuestros propios prejuicios y creencias.
I– Información Imparcial: evitar la dependencia a una única fuente sesgada o limitada, al buscar información objetiva e imparcial antes de tomar grandes decisiones nos va a permitir tener en consideración múltiples fuentes de información y puntos de vista confiables.
R– Reflexión Consciente: dedicarle tiempo a reflexionar de forma consciente previo a tomar una decisión importante nos va a permitir analizar nuestras emociones y pensamientos a la búsqueda de posibles sesgos. Es algo positivo poder preguntarse a sí mismo si se está dejando influenciar por prejuicios ante una decisión que se debe tomar.
A– Adquirir la Perspectiva de los Demás: tratar de ponernos en el lugar del otro, y comprender su punto de vista, nos va a ayudar a reconocer las perspectivas y experiencias diferentes que tenemos todos, lo cual puede influenciar nuestra forma de entender una información.
Como conclusión, sólo dejar una frase notable del gran físico Stephen Hawking, que resume en gran medida la importancia de los sesgos cognitivos:
“El mayor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, sino la ilusión del conocimiento”.