Existen indicios que pueden sugerir que una entrevista de trabajo salió bien, pero la preparación es lo más importante. El lenguaje corporal, la duración de la entrevista y la química con el entrevistador pueden ser pistas clave.
Es muy común que los candidatos se sientan inseguros sobre cómo les fue en una entrevista. Las personas suelen ponerse nerviosas y dudar durante las entrevistas, y leer el lenguaje corporal de alguien a quien acaban de conocer no es sencillo.
La mejor manera de reducir el riesgo de que una entrevista salga mal es prepararse adecuadamente. Antes de entrar, asegúrate de sentirte confiado en tu preparación y en ti mismo.
No siempre puedes confiar en tu instinto sobre si te fue bien. A veces es acertado, pero solo el 50% de las veces. Además de tu reacción instintiva, aquí te presentamos siete señales de que una entrevista fue exitosa.
1) Recibiste la oferta de trabajo
La señal definitiva de que una entrevista salió bien (y esto es muy raro) es si te ofrecen el trabajo o la oportunidad al final de la reunión. Pero no te preocupes si no recibes una oferta en el acto.
2) Lenguaje corporal positivo
Otro indicio sutil de que una entrevista fue bien es el lenguaje corporal de los entrevistadores y cómo se relacionan contigo. El tono general y la actitud de tus entrevistadores al final de la entrevista pueden darte algunas pistas.
Un buen lenguaje corporal incluye sonrisas, risas, bromas y estar interesados y curiosos sobre lo que estás diciendo. Sin embargo, el lenguaje corporal no es un signo definitivo, ya que las personas pueden actuar bien. No interpretes todo basándote solo en esto.
3) Tener una buena relación con el entrevistador
Tener una buena relación con el entrevistador sugiere que las cosas han ido bien. Estás siendo evaluado desde el momento en que entras en el edificio: el guardia de seguridad, la recepcionista, y los colegas que te reciben también te están observando. Ellos hablan con las personas que te entrevistan, y si das una buena impresión, podrían transmitirlo.
Si la entrevista es virtual, tu entorno también cuenta una historia, así que mantén un fondo profesional, nunca desde un dormitorio o la cocina.
4) La entrevista duró más tiempo del previsto
Si una entrevista dura más de lo anticipado, generalmente es una buena señal. Es el empleador quien controla la duración de la entrevista. Que una llamada se extienda puede indicar un verdadero interés, curiosidad y un deseo de conocer más a fondo al candidato. Sin embargo, una buena entrevista no debería durar más de 50 minutos. El entrevistado debería hablar el 80% del tiempo y el entrevistador, el 20%.
5) Hiciste buenas preguntas a tus entrevistadores
Los candidatos fuertes suelen ir preparados con preguntas. Todo candidato debería hacer estas dos preguntas clave en una entrevista para que todo salga bien.
Primero: “Si tuviera la suerte de obtener este puesto, ¿qué consejo me darías para comenzar?” Esto hará que los entrevistadores hablen y te dará una mejor idea del rol.
La segunda pregunta, que ya debería haberse planteado, es: “¿Cómo se mediría mi desempeño en este trabajo?”
Y lo más importante, ten preparadas tus propias respuestas a sus respuestas: ofrece ejemplos de cómo trabajarías en el puesto, cómo te gusta que se mida tu desempeño y qué tan bien encajas con las expectativas que ellos mencionan. Esta es otra oportunidad para demostrar tu valía.
6) Te preguntaron sobre tu periodo de preaviso
Que te pregunten sobre tu periodo de preaviso o tu disponibilidad para otra entrevista suele indicar que están considerando contratarte. Un buen entrevistador, sin embargo, debería tener esta información antes de entrevistarte.
7) Tus entrevistadores te causaron una buena impresión
Una entrevista funciona en ambas direcciones. Es una oportunidad para determinar si el lugar de trabajo es adecuado para ti. Si sientes que estás alineado con el ambiente de trabajo y los entrevistadores, hay una mayor probabilidad de que el ajuste sea perfecto y el sentimiento mutuo.
Puedes hacer preguntas que te ayuden a evaluar esto, como: “¿Qué tres palabras describirían mejor este lugar de trabajo y por qué? ¿Por qué se fue la última persona que ocupó este puesto? Noté en LinkedIn que has trabajado aquí durante ocho años—¿por qué te has quedado? ¿Por qué debería unirme a esta empresa?”
No te involucres demasiado emocionalmente
Una entrevista puede haber salido bien sin que resulte en una oferta de trabajo. Los empleadores a menudo reciben candidatos de igual valor y, lamentablemente, pueden tomar decisiones basadas en factores más subjetivos, como quién les agrada más. Las cosas suceden por una razón. No te involucres demasiado emocionalmente en el proceso de la entrevista.